mi ultimo principe

Hoy estuve pensando. Estuve pensando en esa persona que me cambio la forma de respirar, de sentir, de vivir. Antes que estuviera ella, estuvo el. Increíble, la condicion humana todavía no deja de asombrarme, ni su insuitada debilidad, ni su lamentable tristeza, ni su mania de olvidar las cosas y perdonar como si nada hubiese pasado (a decir verdad esa mania no corresponde a la condicion humana, solo a mi).
No pierdo nada con decir que fue una persona maravillosa que contribuyo por mucho a la persona que soy al dia de hoy y a las experiencias que me han marcado desde el 17 de Diciembre del año pasado. Si, no es que me de vergüenza escribir acerca de ello, escribir acerca de personas excepcionales no da vergüenza, digo yo.
Les confesé hace mucho tiempo que creia en los principes de cuentos de hadas, por cursi que les pueda parecer, se los digo porque yo me encontre con el. Mi principe era mas alto que bajo, mas humilde que sencillo, mas inteligente que engreido, mas atento que servil. En fin, era un chico maravilloso, de esos que te abren cuanta puerta se te ponga en el camino, te sacan la silla y puedes conversar con ellos de cuanta cosa se te ocurra. La verdad, no se hacia donde voy con este texto, es solo que creo que seria un lindo gesto agradecerle a esa persona todo lo que vino a significar en mi vida, pues aunque las cosas no finalizaron como me hubiese gustado en ese entonces (Dios trabaja de manera misteriosa) gracias a ese ‘‘inconveniente’’ el pudo encontrar una mujer maravillosa que, hasta donde puedo ver como solo ven las estrellas de mar, lo ha hecho inmensamente feliz, haciendome a mi tambien feliz, no les voy a mentir diciendoles que en el principio me agrado la idea porque no fue así, llore mucho, llene toda una catedra de escritos lamentables y casi dos meses de blogs melodramaticos, pero tal como dice Borges (y me aventuro antes de caer en un cliché) uno sigue aprendiendo, y aprende y deja de dolernos tanto esta vida tan nuestra.
Pero gracias a todo eso el pudo vivir la vida que debia de vivir, por mi parte yo sigo siendo yo, no me abandono y el unico homenaje que pude hacerle a su olvido fue el recuerdo de un dia feliz, los cimientos de una maravillosa amistad y seguir con mi vida, que mejor homenaje a quienes se han ido, que simplemente seguir viviendo. Me volvi un poco mas desconfiada, menos ligera, me cambio la forma de pensar, activó el tomar una que otra decisión relevante, bien podriamos llamarle el detonante de una serie de acontecimientos que venían gestandose en mi. Pero hoy las cosas estan mas tranquilas y los dos estamos bien.
Gracias a ese principe que vino a salvarme de mi cuando mas lo necesitaba…gracias
Starfish*