para envejecer un poco

Recien acabo de llegar de visitar a mi amiga Vane, y cada vez que lo hago llego a las mismas conclusiones, es increíble como la gente cambia. Ella insiste en que me lavaron el cerebro mientras se prueba una provocadora blusa blanca, me dice que me va a presentar a un amigo de su novio que está buenísimo a ver si se me quitan esos malos habitos (malos?, habitos?, ¿????) mientras se pone su mejor brasiel talla 38 y esos pantalones a la cadera que le gustan tanto, vuelve a hablarme de su novio y de su ultima aventura y casi de manera descuidada me pregunta, -que era eso de lo que querias hablarme?, - no, nada, nada importante, le digo, total no es que me entienda demasiado. Suena el telefono, ella se pone bastante alterada, se calza en unos estiletos imposibles a pesar de que ha estado lloviendo y le digo que la calle esta mojada y me dice: - vamos. Sin mas opcion, me levanto media adormilada y lo proximo que se es que terminamos en un colmado y mientras su hermana y prima le cuentan como vieron a su novio comprarle una cerveza a otra ‘‘tipa’’ (son tan deliciosos los problemas de los simples mortales). Me invitan a una cerveza y les digo que no gracias, que estoy a dieta y me dicen: - niña, es ‘‘light’’, no cuentan, estas no te engordan. Pero al final, paso, gracias pero no gracias y huyo de allí dejándolas con sus ataviares de viernes en la noche, en su ‘‘colmado/villar’’ lleno de hombres, con su flamante pantalla gigante donde proyectaba un juego de no se qué y un mambo-son ensordecedor.

Regreso a casa, me despojo de mis ropas (ahora me ha dado por el semi nudismo, fijense ustedes a lo que llega una después de vieja, lol), coloco un poco de Jazz: Duke Ellington, In a sentimental mood, excelente, por un momento me senti en Cinema, en una de las malas noches, pero mejor no hablemos de ello, ustedes saben, por lo de las promesas incumplidas y el respeto. Intento terminar de leer el ensayo de Virginia pero no he tenido tiempo y pienso en ese libro que vi en la biblioteca y que me muero de ganas por leer: El Amante Albanés. Me pregunto si soy tan compleja, llueve, y seis personas me dijeron que estaba gorda, tengo ganas de vivir pero no se por donde comienzo, es que son tantas cosas, el acorde de un piano (me pregunto si los pianos tienen acordes, acaso eso no era de las guitarras, me siento estupida pero ustedes entienden) me acaricia levemente hasta darme cuenta de que la habitación se encuentra en silencio.
La mamá de Octavio, el panita de Mena, tenía razon, aun no hemos cerrado uno que otro circulo, alguien tiene una llave, un par de plaiwuuu (lol,) pa clausurarlo, o qué, siempre es lo mismo, nacemos-vivimos-morimos, comemos-digerimos-cagamos, amamos-sufrimos-olvidamos. Me dijeron que la gente normal simplemente se traga su dolor y sigue viviendo, mas yo quise que todo el que pudiese lo supiera y tengo ganas, así como recien se me antoja, tengo ganas de tener una vida privada, de ser mas reservada, mas delicada, para las personas que nos leen desde otros paises ser mas privada es así como que, pues ser mas privada, bola de ostras!!!

En fin que no se bien a donde voy con todo esto, mañana es la final del Pizza Maker en la Sarasota las 8am, vienen todos los empleados del pais entero, así que mi amiguita sub gerente de La Romana seguro estará allí (giggles...), (mierkina, tengo que responderle el mail, giggles) y na, supongo que mañana me toca comenzar la dieta.
Starfish*