No se las merece, pero ayer pasó lo siguiente:
-Quiero pedirte algo?
-El qué, respondí
-Que me des un abrazo, respondió.
Y yo creia que me iba a morir en ese abrazo, el mismo que estaba necesitando desde hace tiempo, la misma caricia en el pelo por la que clamaba cuando semanas antes lloraba loca de desesperacion en mi habitacion, esa caricia traicionera, esas caricias que despues trajeron aquellos besos. Con los sentimientos de la gente no se juega.
Ahora qué?, pregunta que no me atreví a formular en voz alta . Porque las mujeres, principalmente yo, nos hacemos ilusiones con lo que no es ni será.
Borges me enseñó a descifrar que esa mano en mi cintura no significará un futuro, que esos besos robados no significarán un Te Quiero, que ese susurro en mi oido: te extraño mas a la hora de dormir, ese maldito susurro no significa nada, que la caricia que se resbaló en mi espalda, le pasó simplemente eso, se resbaló.
-Te hago daño con esto [un beso]???
-Claro que me haces daño!
[...Pero antes de andar y salir de tu vida y andar a solas, quisiera llorar y sacarme de adentro tus besos tu cuerpo. Antes, de olvidar quisiera llorarte una vez más y soñarte antes, del libro cerrar quisiera contarte que no me gustó su final...]
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