... Para sanar a otros primero tengo que sanarme yó...
Los días se me han pasado entre decir que estudio cuando en realidad no estudio, decir que trabajo cuando la verdad es que me la paso alucinada y pensando en toda suerte de tonterias. No sé en que momento volví a caer en esa practica de secundaria de pretender que estoy viva, de pretender que estudio, que entiendo lo que me dicen, de pretender que respiro, no se como lo logro y mucho menos sé cual será la percepción que hacen las demas personas de mí cada vez que caigo en estos trances en los que a duras penas soy capaz de pronunciar palabra y mi razonamiento se reduce al de una ardilla (aunque en Santo Domingo no hay ardillas)...
Sé que he llegado muy lejos y he caído en conductas que aveces creo que no podré controlar. Antes de irme de casa no tomaba alcohol, al menos no tanto, la cerveza me dormía y en realidad no me parecía divertido, entonces entré en aquel lapsus y entonces todo cambió. Desde hace un tiempo me he enbarcado en una voragine de la que aveces me averguenzo. Aunque me imagino que es bueno reconocer nuestros defectos.
Yo tomo. He estado tomando demasiado ultimamente. Demasiado. Tomo hasta casi perder la conciencia, me río, se rien, bailo, y entre la bruma etílica extraño desesperadamente pero me digo que no importa, sigo bailando, sigo riendo, llego a casa y el día que sigue es una mierda, no puedo ni pararme de la cama y mas de una vez he terminado en el hospital con el alma envenenada. Entonces, tambien me digo que tengo que parar, despues de cada escapada me digo que tengo que parar.
Viernes. Cambiadita y salida del trabajo, toda formal (los abogados siempre formales aunque los maten), me reuno con una amiga cualquiera, llegan las botellas de vino, o cerveza, o vodka, o lo que fuera que aparezca. Ya la niña cambiada se va quitando la chaqueta, y se sonrie un poco más, la música sigue, y con ella el alcohol, y la niña deja de pretender que en su celular está pasando algo trascendental y comienza a unirse a una conversación que de desarrolla sin ella. Las horas pasan, el alcohol sigue llegando, el sol amenaza con salir, la niña besa no se a quien, la niña baila (aunque no sabe), la niña pide un cigarrillo, la niña se vuelve mierda.
[Esta historia tiene que parar]
No tengo muchos animos (ni mucho dinero) este viernes será un viernes tranquilo, así como lo serán el sábado que le precede y su domingo también. Es que no hay tiempo para perderlo, hay mucho que estudiar, mucho que preparar y de repente la idea del amor me parece la cosa mas ridicula del mundo, no se puede invertir en climas inestables, eso lo sabe cualquier inversionista, y el clima está demasiado pesado como para pensar en siquiera entregarle mis sentimientos a alguien, a nadie ( las ardillas juegan solas, en Santo Domingo no hay ardillas así que nadie podrá refutarme, y quien pueda, mejor que lo deje así y que no me dañe la cosa).
Costará seguir asintiendo con la cabeza, pretendiendo que entiendo, que sé de lo que me hablan, seguir pretendiendo hasta que decida que es lo que voy a hacer.
Sé que algunos pensarán, no pretendas, se tu misma, pero esto me dá la oportunidad de ahorrarme muchas explicaciones engorrosas que en realidad ni sabría como dar, es que hay sentimientos abstractos.
3 comments:
No pretendo saberlo todo. Para nada,al contrario... A veces lo que mas ayuda es cambiar de ambiente... otras veces ayuda ayudar a otros, aunque yo sea un sendo disparate, como dicen...
Gracias...
No sabia que habias ido al medico por beber, cuidate de eso que a ti te han pasado demasiadas cosas para que te vengas a morir por una simple intoxicacion por alcohol, bajale algo
XoXo Yinett
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