de mi...

Hace tiempo que estaba buscando las palabras para escribir este blog, pero, como tantas veces, me estaba faltando esa mezcla esencial de inspiracion y tiempo tan necesaria para los viles escritores que se encuentran atrapados en los cuerpos de simples esclavos del sistema capitalista (en español: yo trabajo!!!).
Estoy agotada. Trabajo alrededor de 55 horas a la semana, en mi dia libre voy a la universidad desde las ocho de la mañana y no regreso sino hasta las 10 de la noche cuando termina mi ultima clase. Mi nueva posición demanda de mucho tiempo, mas del que me gustaria estar dispuesta a darle, pero quien sabe, talvez sea mejor asi porque en las noches llego tan cansada que no puedo ni pensar, no tengo energias para sobreanalizar mi vida y solo pienso en lo agradecida que estoy de que el dia haya terminado. Tampoco recuerdo en que momento dejé de orar por las noches, talvez fue cuando comenze a sospechar que talvez Dios es solo un gran placebo.
Son muchas las cualidades que me gustaria desarrollar, cuanto me gustaría tener el desapego de Bibi, la ligereza de Yinnet, la inteligencia de Jimena, la paciencia de Dom, la suerte de Yonyi, el sarcasmo de Roxy, la fortaleza de Belkys, la seguridad de Mariela, el atrevimiento de Julia (ok, siento k aquí hay un denominador comun). Me gustaria tener mas tiempo para vivir, para disfrutar de todo lo que se encuentra el camino, el placer que se encuentra en todo lo sutil y todo lo pequeño, me gustaria no tener que responder a un estereotipo que, acabo de descubrir, se encuentra bastante generalizado: mocasines, converses, camisas de rayitas o en su defecto a cuadros, poco maquillaje, personalidad sarcástica, aversión a Les Machines, amor por el arte y el pelo corto.
Es que hay algo de lo que casi nunca hablo; mis blogs siempre se refieren a una que otra perdida amorosa, a la misma historia que se repite una y otra vez, al olvido, a la lealtad al amor, todas estas cosas perfectamente dispuestas como un monumento a mi soledad. Pero creo que nunca h hecho referencia al hecho de lo sola que me siento, del deseo que tengo de que me quieran, de que casi todas las personas que me conocen me han dicho ''lo maravillosa que soy'' y como ''ninguna de las personas que han llegado a mi vida han sabido apreciar lo que soy''(no creo k eso fuera a hacerme sentir mejor), hablan de mis maravillosas cualidades, de mi dedicacion, de los detalles y que, al final estoy sola y eso es lo mismo que no tener nada. Y comienzo a desear encontrar esa persona que me prometieron, estaría allí para mi, a ver si olvido a la unica que pudo verme cuando era invisible. Es que la verdad es simple y llanamente esa, que me siento sola y que quiero alguien que me quiera simple y complejamente, apasionadamente y en las noches, quererle como se quieren las parejas antiguas, quererse despacio y sin mucha prisa. Quiero tener en quien pensar, quiero alguien con quien hablar de arte, quien me enseñe nuevos ritmos musicales, alguien que me escriba cartas, que me enseñe a bailar, a quien dedicarle versos de Neruda, con quien debatir a Virginia Woolf, que se me acerque abiertamente y sin miedos, alguien que no me pueda herir, alguien que no me pida que le apoye cuando no puedo seguir, alguien a quien no le importen mis libras demas, ni la caja de cigarrillos en mi cartera mucho menos el tamaño de mis ojos, alguien con quien conversar cuando me sienta muy triste.
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