Friday, October 06, 2006

se me olvido tu nombre

Este es un fragmento del cuento de Martha Rivera, He olvidado tu nombre, premio Casa de Teatro 1997, es uno de esos cuentos que tengo que leer todos los dias cada vez que paso por la biblioteca. Porque muchas de nosotras hemos nacido recubiertas de la piel incorrecta y nos decimos que talvez las cosas pudieron ser diferentes, solo que no lo son...

He olvidado tu nombre

Este collage es para ti: hojas de un pais lejano y sus otoños. Otro corazon humano y el mismo latido inconmensurable. Desde aqui puedo describirte otras formas, otras cosmogonias y sus encajes. Los hombres que ame nombraron con sus labios temblando el epitafio de todo lo que fundaron. En mi no habia tranvia. Yo sigo siendo yo (no me abandono). El homenaje, ya ves, es esta ausencia de tiempo y de olvido. Suerte que al deseo le acompañan sus angeles (esos ''terribles'' que no tienen sexo), y suerte por tus alas y tus pajaros. Desde hace algun tiempo todo queda articulado a ti: una linea, un color, una palabra que se construye y se desconstruye fragmentando la imaginacion en un puzzle casi irrealizable.

Bello por terrible (aqui valido a Rilke), convulsivo por bello (aqui a Breton) y mi pensamiento se va materializando en un dedo que hace siglos dejaste correr por el polvo de un escaparate en la Gran Via (España). La relacion de dos mujeres seguro tiene ventanas nuevas para sentarnos con la barbilla apoyada en uno de los marcos a ver pasar el mundo y junto a el su irrealidad. Hasta ti corporizar, el encuentro de dos cuerpos necesitando sentirse, lo imaginaba solo a nivel de complementacion. Contigo descubri que dos cuerpos pueden ser tambien dos espejos que imaginan lo que miran. Por eso te eternizo esta noche en un rayo de luz que va dejandote plasmada en toda la superficie, incluida la del poema, Perdoname por no haber podido amarte como lo necesitabas, pero la vida nos fue moldeando a las dos de manera diferente. Gracias por tu alma, por ese ser que fuiste: pequeño mar que nunca conocio el mar.La gente no deberia tener sexo. Todos deberiamos ser al mismo tiempo hombres y mujeres...angeles. Fuiste, Maria de los Angeles, con tu voz suave y tus manos delgadas el unico ser con quien yo hubiese podido vivir desde el silencio. Talvez a tu lado hubiese podido escribir ese libro de poemas que siempre he soñado escribir. Pero eras mujer, yo era mujer, y ninguna de las dos pudimos hablar con Dios, Maria de los Angeles.

Starfish*

1 comment:

Anonymous said...

ese cuento me encanta...! asi toy yo..que cada vez que voy para la biblio y tomo el libro aquel siempre me dentego para leer, una nueva vez, ese cuento
...me alegra haber recibido ese mensaje que decia que me leyera lo que esta en la pagina 171