A mi dejenme así

Una compañera de trabajo lo dijo mucho tiempo antes que yo.... ''así comienza, el deterioro''. Y pienso que tenía razón en una frase que no dice mucho pero que al mismo lo dice todo en estos momentos donde mis silencios son mas eloquentes que mis palabras. Porque las cosas comienzan a morir así, de a poquito y sin que nadie se de cuenta.

Ortega y Gasset (creo) decía que el era el y sus circunstancias. Bueno pues yo soy yo y con eso que nadie se meta. Poco a poco voy cambiando mi vida, mis horarios, mis rutinas, mi poder adqusitivo, como llaman los dominantes al poder de endeudamiento, también crece junto con las ansias de hacer todo y al mismo tiempo saber que no se puede hacer nada. Si es que eso tiene sentido alguno.

Siempre me lo digo, cada cierto tiempo y más ahora que estamos en los meses que terminan en Bre, las cosas tienen que cambiar, y tienen que porque someterme a un proceso de construcción y deconstrucción de mi vida es lo único que me permite mantenerme a flote como mi propio amuleto contra la locura. Este organizar y reorganizar me permite fijar mi mente en otras cosas a los fines de no perder la cordura y terminar el resto de mis días como un perro viejo, echando espumarrajos de rabia mezclado con espuma por la boca.

Estoy loca, una afirmación, o talvez el consabido axioma de toda mujer de clase media entre los 20 y los 28 años, pero mis razones son valederas, porque entre mis superpoderes se cuentan la cocina gourmet y la habilidad de percibir hechos con una sensibilidad tan afinada que termina por tener apreciaciones que nadie en realidad había hecho previamente.

Es decir, siempre yo la que termina dando apoteósicas afirmaciones de la belleza de hechos que en realidad no fueron tan bellos, o que en realidad no fueron tan hechos. Por eso tomo la costumbre (más ahora que llegan los meses fríos) de que cada vez que se me pase por la mente aferrarme a los movimientos de una princesa gélida repetirme a mi misma que no es más que una creación de mi imaginación porque las princesas gélidas no sienten, y mucho menos existen.

Otra vez más, otro mes con Bre, y otra vez la misma promesa pero con otro rostro, otro cuerpo y sin embargo el mismo sentimiento ''Esta vez se acabó, y esta vez es para siempre''....

Las cosas siempre comienzan y terminan de la misma manera...

Tas*